¿Por qué pueden estar muriendo mis hormigas?
En ocasiones hay momentos en los que nos encontramos con que se están produciendo más bajas de lo normal en nuestra colonia sin un motivo aparente. Es fundamental encontrar la causa cuanto antes para ponerle remedio y evitar que nuestra colonia quede diezmada o, en el peor de los casos, que nuestra reina sea una de las bajas, en cuyo caso la colonia quedaría condenada.
Vamos a revisar las principales causas de mortalidad que pueden afectar a nuestra colonia:
1. Condiciones de humedad
Puede ser que las condiciones de humedad no sean adecuadas para esa especia, ya sea por exceso o por defecto. Una humedad demasiado baja o demasiado alta puede ser algo que provoque la muerte de toda la colonia. Aparte de las bajas existentes, uno de los posibles síntomas es que la colonia se traslade a la caja de forrajeo o cerca del bebedero.
Revisa nuestras fichas de cría para ver las necesidades de humedad de cada especie.
2. Falta de alimento o alimento en mal estado
Evidentemente, la falta de alimento puede ser una de las causas de mortalidad en una colonia, pero para llegar a ese punto tenemos que ser muy descuidados, y es fácil darse cuenta de que llevamos demasiado tiempo sin alimentarlas. En la mayoría de especies es fácil observar si una hormiga está alimentada o no fijándonos en el tamaño del gáster. Cuando está lleno se nota hinchado y se pueden observar con facilidad las líneas que lo dibujan.
La mortalidad es más difícil de detectar si viene provocada por algún alimento en mal estado. Puede ser que hayamos introducido en nuestra colonia algún insecto infectado de parásitos o con alguna enfermedad que haya podido afectar a nuestra colonia, o incluso algún trozo de alimento demasiado grande que se haya podido pudrir en el interior del hormiguero. En este caso el remedio es retirar el posible alimento en mal estado, aunque por lo general, ya será demasiado tarde y solo podemos esperar que las bajas sean pocas y el resto pueda recuperarse perfectamente. Para evitar estas situaciones debemos tener en cuenta estos consejos:
- No introducir insectos que encontremos muertos. No sabemos la causa de la muerte de ese insecto. Puede ser que haya muerto por enfermedad, por parásitos internos o incluso por el efecto de algún insecticida, que pasaría a nuestras hormigas cuando se lo comieran.
- Congelar durante al menos 24h cualquier insecto que vayamos a introducir en nuestra colonia, a no ser que estemos totalmente seguros de que está limpio de parásitos (por ejemplo, si son insectos criados por nosotros).
- No introducir en nuestra colonia trozos de alimentos demasiado grandes y que se puedan pudrir, tales como trozos de carne, fruta, alimentos con huevo, etc…Podemos darle estos alimentos en trocitos muy pequeños o bien en trozos muy grandes que no puedan transportar dentro del hormiguero y tengan que comérselo en la caja de forraejo, retirándolo de allí al cabo de un par de horas o cuando veamos que ya han terminado de comer.
3. Ácaros
Los ácaros son uno de los grandes enemigos de las colonias de hormigas. Estos ácaros se engancharán a nuestras hormigas y se alimentarán de ellas, debilitándolas y provocándoles la muerte en el peor de los casos. Podemos observar con una lupa a nuestras hormigas y ver si detectamos la presencia de estos ácaros. Los podemos encontrar normalmente enganchados en la cabeza, gáster y patas de las hormigas.
Estos ácaros pueden haber llegado a nuestra colonia en algún elemento externo que hayamos introducido, tales como insectos, piedras, arena, ramas, etc… Por ello siempre es recomendable congelar durante 24h cualquier elemento que queramos introducir.
Para exterminar a este molesto parásito se puede poner en la caja de forrajeo un poco de ajo y unas hojas de romero. Esto provoca que los ácaros se desprendan. Otra posible solución es la extracción manual con mucho pulso y una aguja, aunque esta opción es complicada si la plaga está muy extendida.
4. Falta de agua o agua en mal estado
Al igual que en el caso de la comida, la mortalidad puede venir provocada por falta de agua o por tener en el hormiguero agua en mal estado. En este caso la solución es simple, ya que pasará por ponerles agua limpia.
También puede ser que un exceso de cloro afecte a la larga a una colonia. Por ello se recomienda siempre usar agua mineral embotellada para los bebederos y setas, o bien, si queremos usar agua de grifo, dejarla reposar un tiempo para que pierda el exceso de cloro.
5. Hongos/moho
La presencia de hongos y moho es otra causa frecuente de mortalidad. En este caso podremos observarlo a simple vista y buscar si existe algún posible foco, en cuyo caso tendremos que proceder a limpiarlo lo antes posible. Como hemos comentado, introducir alimentos demasiado grandes puede dar lugar a que se pudra dentro del hormiguero y aparezcan hongos o moho. Otra causa puede ser un exceso de humedad en hormigueros de yeso. Si nuestro hormiguero es de seta también tendremos que revisar que no haya hongos en la misma.
6. Demasiado estrés
Un exceso de estrés puede dar lugar a muertes masivas en la colonia. Como causas frecuentes de este estrés podemos considerar:
- Hormiguero demasiado grande para la colonia. Si instalamos nuestra colonia en un hormiguero demasiado grande, las hormigas se estresan por no sentirse seguras y pueden llegar a morir a la larga.
- Demasiadas vibraciones.
- Situaciones de peligro, tales como introducir insectos vivos en colonias demasiado pequeñas.
7. Muerte natural
Si hemos revisado todas las causas anteriores y aparentemente ninguna de ellas es la razón de la mortalidad de nuestra colonia, puede ser que sean simplemente muertes naturales. Las hormigas obreras pueden vivir entre 1-3 años, y las primeras nurses apenas unos meses. Como van naciendo por ‘lotes’ hay veces que las muertes se dan juntas. Si es algo puntual no debemos preocuparnos.
En caso de que hayamos revisado todo y las muertes se sigan produciendo, el mejor remedio es forzar un cambio de hormiguero, ya que lo más probable es que haya algo en el entorno que las está perjudicando.