Colonia Messor barbarus: Peligro de intoxicación
Mis pequeñas Messor barbarus fueron pasando el invierno tranquilamente ya una vez establecidas en el hormiguero, en un estado de semi hibernación. A finales de febrero de 2018 vi las primeras pelotitas de huevos…¡la colonia iba a crecer! Era una excelente noticia, ya que desde su llegada la colonia había pasado de unas 35 obreras a 30.
Un buen día, mientras hacía unas galletas caseras, se me ocurrió probar a darles una bolita de masa (básicamente harina, huevo y azúcar) y la dejé en la caja de forrareo. Nada más descubrirla se volvieron locas y les encantó. Se acercaron todas a probar ese delicioso manjar y al final decidieron llevársela para dentro del hormiguero. No se les ocurrió mejor lugar que al lado de la seta, donde la mantenían húmeda y blandita para seguir comiéndosela tranqulamente. Claro, que ese lugar era un lugar arriesgado…
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